martes, 5 de julio de 2011

Que los cumplas feliz!

Antes que nada, tengo que pedir disculpas por no poder compartir fotos con ustedes como todos lo hicieron porque no son un recurso que tenga disponible en estos momentos.
De mis cumpleaños no me gusta hablar, no porque no me gusten, (es muy gratificante cumplir años para mi persona) pero son mas tristezas que alegrías, las que mi mente recuerda, y quiero que el escrito sea lindo, o al menos intentarlo.
La personita que está en la foto acompañándome es mi sobrino Bautista. Hace poco fue su cumpleaños y me lleno de felicidad ver su mirada llena de la magia de los cumpleaños. Si, esa magia tan particular que ilumina su mirada, llena de ilusiones, fantasías, recuerdos de cumpleaños anteriores, y si uno presta mucha atención hasta podrá imaginar en el brillo de sus pupilas, el momento en que las luces están ténuas y llega la torta como con su sabor incondicional, acompañada de un sonido tan armónico que es la canción del feliz cumple!...
El año pasado, su cumple número cuatro fue tan especial, la emoción de estar con sus compañeritos y amigos de jardín, sus familiares más cercanos era tan grande, junto con alegría de ver los títeres, estar metido en la historia, la trama de los pequeños y graciosos personajes como el espectador más ansioso, único e importante de toda la fiesta. Y el payaso es su mejor amigo, la atención que él ponía en sus palabras. Ver esa energía que corre por sus venas, esa felicidad en su ser por cumplir años es una de las maravillas de la vida.
Para nosotros los argentinos, festejar los cumpleaños es agradecer a Dios por la vida, celebrar un año más, significa momentos de encuentro entre seres queridos, momentos de anecdotas, de recuerdos y vivencias; nostalgias por el tiempo pasado; compartir los deseos, sueños de un futuro mejor; valorar la vida.

Vacacionesss!!!


Quiero gritar este título! Vacaciones ya!

Mis vacaciones siempre fueron al mismo lugar de destino Malanzán, Villa Unión, una que otra vez a mi Córdoba querida pero no sé por qué no tengo recuerdos de esas vacaciones. El viaje a Malanzán duraba aproximadamente una hora y cuarenta minutos y viajábamos toda la familia, mientras que a Villa Unión cuatro horas en el Zonda Bus pero viajaba con mi otra familia: Pily que en otra ocasión ya he mencionado, sus hermanas y Malú nuestra mascota.

Las vacaciones de verano el primer mes eran en Malanzán eran las más divertidas, porque cunado éramos chicos podíamos ir a la colonia de vacaciones donde aprendíamos natación, a jugar al vóley y al hándbol. Todos los sábados eran las excursiones a los cerros y lomas del camping “el descanso”, donde uno que otro golpe siempre me daba. Nos teníamos que levantar a la mañana temprano y una combi enorme nos pasaba a buscar y nos dirigíamos con malla, pelota de vóley en la mano, gorra, agua y merienda y disfrutar de un día en amigos. Todos los niños del pueblo estaban en el camping y los padres disfrutaban aún más sus vacaciones.

Cuando la colonia no se hacía, sufría mi abuela, todos los nietos jugábamos en el patio de su casa, armando casitas con lo que encontrábamos y sacándole todo lo que tenía a dentro de los depósitos que aún siguen con vida. Una que otra vez los cerró con llave, pero a la misma siempre la dejaba en el mismo lugar y era facilísima encontrarla. Dejamos de jugar en el patio porque había logrado engañarnos como perritos con comida para que estemos dentro de la casa, con la ilusión que algún día durmiéramos la siesta pero creo que fue peor. Dejamos la puerta de calle semiabierta para no hacer ruido cuando los grandes dormían, y despacito, despacito nos escapábamos a jugar al rio, a la loma a la plaza. Y tratábamos de volver a horario para cuando todos se levanten.

Ya de más grandes no pintaba ir al rio o la loma a jugar, optamos por subir al cerro de forma de elefante, salir a las noches a la plaza a tomar una coca, hasta que tuvimos edad para entrar a los boliches, bailes que se hacían a la noche en el playón. Durante estas tantas vacaciones conocí a un chico que actualmente acompaña mis días, con quien también pase momentos inolvidables. (Primer baile juntos, presentárselos a mis papás, pasar horas y horas conversando, cantando y riendo junto con mis primos).

Ya el segundo mes de vacaciones, con Paula mi hermana menor íbamos a Villa Unión, era un delito no bajarnos en la Torre de comprábamos sándwich de pan casero, queso y jamón crudo o cocido para acompañar el trayecto. Parábamos e Villa Unión pero solo íbamos a dormir porque pasábamos todo el tiempo en Los Palacios, hasta que conseguimos casa en ese pueblito. Lo que más recuerdo fue que durante ese mes, practicábamos para salir en la comparsa Salomé y nos pasábamos las tardes haciendo los trajes.

Las vacaciones de invierno en ambos lugares eran las mismas. Hace mucho frio en ambos lugares así que pasábamos las tardes comiendo cosas ricas, al lado de la chimenea donde nunca podré olvidarme de la leche con maicena, los choclos asados, y las cartas…

Las vacaciones en el ámbito laboral son de mucha importancia, luego de una exhausta jornada de trabajo es necesario que el trabajador tenga su momento de distracción, para descansar y reponerse. Los sindicatos de los diferentes ámbitos laborales ofrecen sus servicios de vacaciones para sus afiliados para poder cumplir así con uno de sus objetivos principales: brindar el bienestar de sus miembros, es decir asegurar condiciones dignas de seguridad, vacaciones, derechos laborales en general.

Uno ejemplo de los servicios de vacaciones, son los servicios de hotelería que ofrece la Federación Gremial del Personal de la Industria de la Carne y sus derivados, en el hotel “Monaco” de la Ciudad de Villa Carlos Paz. La estadía consiste en cinco días gratuitos y el resto de los días tienen un descuento del 45%, incluyendo el desayuno. Cabe destacar que es para la familia del afiliado.