
“No creo que el arte haya llegado a ningún callejón sin salida. El hombre siempre irá abriendo nuevas puertas; lo importante es saber a dónde conducen esas puertas. Y luego tener fuerza para emprender el camino que se vez desde ellas”. Joan Miró
De estas fantásticas y diferentes formas de expresar la realidad latente de esa época, decido tomar el movimiento Surrealista. Cabe recordar que este mismo está relacionado con la psiquis humana, a expresar tal cual es el funcionamiento del pensamiento cuyo principal objetivo es demostrar la autonomía de la imaginación y la posibilidad de expresar el subconsciente. Motivo por el cual sus representantes lo toman como una filosofía de vida que debía aplicarse a los colectivos humanos. La magnifica forma de interpretar los sueños de los autores de estas vanguardias se ve, no tan solo reflejada en la pintura, sino también en el cine surrealista (el perro andaluz de Salvador Dalí), y en la literatura (André Breton).
Las formas de presentar la nueva realidad, esa realidad que subyace de los sueños a través de diversas técnicas como el naturalismo, lo abstracto, la simbología, elementos de otros movimientos como el frotagge o el montage, y el fluir constante de la imaginación causan al espectador múltiples sensaciones: desde miedo, incomprensión, alegría, obsesión, odio, furia, terror, conmoción, impresión. Cuando un sueño nos ha desvelado o nos ha transmitido señales o nos ha llenado de emociones. Además es difícil recordar lo que soñamos y más hacer una representación gráfica de los mensajes delirantes, alucinados de nuestro subconsciente.
Muchas veces nuestra mente guarda, en los rincones más remotos, imágenes, momentos que tal vez debamos olvidar, recordar o tan solo liberar eso que nos marcó o nos atormenta. Imágenes indescifrables para terceros, personas que ya no están, lugares inexistentes; grades misterios acompañados de telas de arañas que aún nos queda por descubrir.
Realmente es un movimiento que me sorprende la capacidad para la interpretación de lo inexplicable ese paso entre la vigilia y el sueño es deslumbrante y me atrevo a decir que es como la ruptura de la barrera del subconsciente. Sus obras son un gran misterio para mi mente pero aun así son imágenes bastantes lejanas a la realidad latinoamericana.
Entre sus tantos autores destaco las obras de Joan Miró (1893-1983), quien perteneció a la vertiente de automatismo psíquico. La mayoría de sus cuadros como, En Carnaval de Arlequín (1925), Cabeza de campesino catalán (1924-1925) y tantos otros, se aprovecha de los nuevos territorios de fantasía y sueño ganados por el surrealismo para la práctica artística y para aquilatar imágenes simbólicas que sirvan a ese interés por las cualidades míticas de la tierra; el gusto surrealista por motivos sexuales y escatológicos se carga siempre en Miró del sentido de lo telúrico que acompaña toda su obra, depurando y simplificando sus signos.
"Para mí un objeto es algo que vive. Estos cigarrillos o fósforos de esta caja contienen un secreto de la vida mucho más intenso que la de ciertos seres humanos."
La intensidad es lo que marca a este artista. En mi blog postie tambien un artista del surrealismo. Lo incosnciente despierta curiosidad porque es puro misterio. Su blog es una verdadera obra de arte!!!
ResponderEliminarFelicito la intensidad con la que realiza cada actividad.